La venta de chalets firma su mejor arranque de año desde 2007: consejos antes de comprar uno

La venta de chalets en España vive el momento más dulce desde hace 14 años, impulsada por las nuevas necesidades que la crisis del covid-19 ha puesto sobre la mesa a miles de familias.

Según los datos de los notarios, entre enero y abril se ha formalizado la compraventa de 47.536 viviendas unifamiliares en el conjunto del país, un 60% más que en el mismo periodo del año pasado y la cifra más alta de un primer cuatrimestre desde 2007, coincidiendo con el pico del anterior ciclo alcista.

De media, se han vendido casi 400 chalets al día en estos primeros meses del año y respecto al promedio de la última década, que recoge por completo los momentos más complicados de la crisis económica y financiera y del estallido de la burbuja inmobiliaria, el número de transacciones registra un crecimiento cercano al 80%. La cifra actual se acerca incluso al volumen de operaciones de todo 2013, el peor año para el mercado de la vivienda, cuando se registraron 58.467 compraventas de unifamiliares.

Así, las cifras oficiales van en sintonía con la creciente apuesta de las familias por las viviendas de mayor tamaño y con espacio exterior que viene detectando el sector inmobiliario en los últimos meses, coincidiendo con los confinamientos decretados para frenar el avance de la pandemia sanitaria.

Según explica Jesús Duque, vicepresidente de la red Alfa Inmobiliaria, “efectivamente es un efecto que estamos viviendo desde que comenzó la pandemia y creo que va muy ligado con la sensación de encierro que muchos hemos vivido, especialmente en los meses del confinamiento extremo y el teletrabajo que ha venido para quedarse en muchas empresas”.

Además, Duque afirma que han crecido las ventas de chalets como primera vivienda, impulsadas por las “múltiples ventajas que ofrece el modelo de vivienda unifamiliar, como son una mayor superficie y amplitud, jardín y terrazas en la mayor parte de los casos y, en muchos otros, servicios comunitarios como piscina o instalaciones deportivas y de ocio para toda la familia, facilidades para aparcar… Unos elementos de gran interés, sobre todo cuando se tienen hijos pequeños”.

Fernando Sánchez, agente de RE/MAX Urbe, también afirma que están detectando un mayor número de transacciones en los últimos meses y que, además de que se compran/venden más viviendas unifamiliares destinadas a vivienda habitual, observan “una mayor demanda de segundas residencias, cosa que no sucedía desde hace bastante tiempo”.

Sánchez afirma que, en el caso de esta red inmobiliaria, el perfil de cliente es el de personas de entre 40-50 años, con niños en edad escolar, y que buscan zonas verdes, mayor amplitud para teletrabajar y en entornos más naturales. Además de los chalets, están notando un creciente interés de los compradores por viviendas con terrazas o bajos con jardín. Dentro de Madrid, por ejemplo, la zona noroeste es la más atractiva.

Desde Alfa Inmobiliaria también constatan el interés por los segundos cinturones de las ciudades. “Creo que todos conocemos a personas que han decidido trasladarse a pequeñas ciudades, pueblos o zonas rurales buscando otro tipo de vida con más espacio y conectada con el aire libre”, señala su vicepresidente, Jesús Duque.

Sus opiniones también las comparte Mar Herranz, directora de ventas en Engel & Völkers Madrid, que incide en que se ha producido “un aumento en el número de transacciones desde el último trimestre del año 2020. Ese aumento se ha centrado especialmente en la venta de chalets, viviendas más espaciosas, luminosas, con jardín, y situadas a las afueras de Madrid (tipología de viviendas existentes en municipios como Pozuelo, Boadilla…y resto de municipios del extrarradio)”. Y añade que “el año 2021 ha comenzado con la misma tendencia al alza, reflejo de que la decisión de compra de este tipo de viviendas sigue adelante a pesar de la pandemia”.

¿Moda o tendencia?

Para Herranz, el futuro de las compraventas de viviendas unifamiliares dependerá de varios factores, como el desarrollo de la pandemia o el mercado laboral, así como la necesidad de venta derivada por la situación financiera de los hogares (capacidad de ahorro/dinero disponible). Pero lo que sí tiene claro es que “hay nuevas costumbres que vienen para quedarse y optar a una mejor calidad de vida es una de ellas”, asevera la responsable de ventas en Madrid de Engel & Völkers.

El agente de RE/MAX Urbe, por su parte, sostiene que “la tendencia se va a mantener porque están apareciendo tanto particulares como grupos de inversores que buscan un valor refugio en el ladrillo. Observamos que muchos de nuestros clientes están pensando en hacer dobles operaciones: la venta de su casa actual y la compra de una vivienda que reúna mejores condiciones: mayor superficie, zonas verdes, otro medio de vida en otro entorno…”.

También se muestra optimista Gregorio Martín-Montalvo, director general de Solvia, quien resume varios argumentos para explicar que la tendencia sí podría mantenerse en el tiempo.

“La primera razón es la emocional; el hecho de estar más en casa, principalmente por el teletrabajo, hace que surjan nuevas necesidades respecto a nuestra vivienda, fruto de pasar más tiempo en ella (más espacio, patio, jardín, ya no importa pasar del centro a la periferia…). A ello se suma que el ahorro de los hogares está en máximos históricos, con una tasa del 14,85% de su renta disponible, según el INE; y que actualmente las entidades bancarias están ofreciendo mejores condiciones de financiación, con unos tipos de interés más bajos en comparación con años anteriores, lo que también anima a lanzarse a la compra cuanto antes y pedir un crédito hipotecario”. Y la última razón que justificaría una tendencia al alza es que “la vivienda continúa siendo un activo muy rentable para invertir. Un activo por el cual podemos seguir obteniendo ganancias, especialmente a través del alquiler”, aclara el experto.

En cambio, el vicepresidente de Alfa Inmobiliaria cree que que el reciente impulso de las viviendas unifamiliares también tiene “un punto de moda e incluso de burbuja”. Y lanza una recomendación a todos aquellos que estén pensando en cambiar un piso en el centro de la ciudad por un chalet en las afueras: “valorar el cambio que supone vivir en una vivienda en la que todos los servicios son individuales y no solo a nivel de acondicionamiento término, sino otros como la recogida de basura o el mantenimiento del jardín o la piscina…”

Consejos antes de comprar un chalet

Duque no es el único que recomienda valorar el cambio de vivienda. El director general de Solvia también recalca que, a pesar de que los trámites de compraventa son los mismos, conviene considerar varios aspectos, como por ejemplo “cuánto se obtendrá por la venta o alquiler del piso donde vivíamos y si esta cantidad será suficiente para la compra del chalet. Además, los gastos de mantenimiento, energía, comunidad, IBI…, aumentarán por las características y tamaño del inmueble; y la importancia de apostar por medidas de seguridad (sistema de alarma, un buen seguro del hogar…) se incrementará. También conviene recordar que, seguramente, la ubicación estará más alejada del centro, lo que aumentará la dependencia del coche”.

Dicho esto, añade Martín-Montalvo, “si realmente se cuenta con la capacidad adquisitiva necesaria y con los ahorros suficientes, siempre será una buena elección trasladarse a un inmueble que satisfaga en mayor medida nuestras necesidades”.

Por último, el agente de RE/MAX Urbe recomienda para estos casos “ponerse en manos de profesionales que trabajen por y para ellos para poder conseguir lo que buscan. Y, por otro lado, que estudien todas las posibilidades que ofrecen las entidades financieras para permitir un cambio de casa. En definitiva, pensar que en las circunstancias actuales de mercado casi todo es posible y además en buenas condiciones”, concluye Fernando Sánchez.

[Fuente: Idealista @Ana P. Alarcos ]

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